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Isfahán es la tercer ciudad en población del país, y se encuentra a 340 kilómetros de Teherán. Por su valor histórico y la cantidad de edificios con siglos de antigüedad, de arquitectura islámica, Isfahán aparece en el listado de Patrimonio de la Humanidad, especialmente, gracias a sitios como la Plaza de Naghsh-i Jahan. La Plaza, también llamada como Plaza Real, en el centro de la ciudad y epicentro de una serie de impresionantes monumentos históricos de arquitectura islámica.
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A su alrededor se encuentran desde la mezquita del Jeque Lutfullah, hasta el gran bazar de Isfahán, el palacio Ali Qapu, y la mezquita del Shah. Todos los edificios, tienen siglos de antigüedad y rodean a una de las reconocidas como plaza más grande del mundo.
La ciudad, situada en un valle, posee un clima con estaciones más marcadas. Accesible por la carretera principal norte-sur y este-oeste, Isfahán, fue en algún tiempo una de las ciudades más grandes del mundo, por la que se la asocia al proverbio persa como “la mitad del mundo”. Los atractivos, no se limitan a la plaza, sino que se extienden por toda la ciudad. Siendo la antigua capital de Persia, conserva numerosos vestigios de la gloria pasada en sus bulevares, puentes, palacios, mezquitas y alminares.
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Mientras las dudas de viajar Irán asaltan a muchos lectores, es bueno aclarar que el Ministerio Español de Asuntos Exteriores recomienda viajar en grupos numerosos y acompañados por un guía en regiones como Kurdistán, Sistán y Baluchistán, evitando zonas fronterizas como las de Irak, Turkmenistán y Pakistán. Aunque parezca estar de más, aclaramos que es bien recomendable respetar las normas sociales impuestas por el código islámico para evitar contratiempos.
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